Vino para Consagrar o Vino de Misa El vino también es parte de la Liturgia en la Iglesia Cristiana. Su valor en el culto
cristiano es de suma importancia por cuanto constituye un sacramento. El vino
entonces tiene también un aspecto divino, desde ángeles que cuidaban los
viñedos hasta la dedicación de las cosechas. Así el vino se fue entretejiendo
entre la cultura teniendo un lugar en el plano divino.
El vino usado en los actos litúrgicos
de misa tiene condiciones específicas para ser elaborado. Debe ser exclusivo de
las uvas maduras fermentadas parcialmente. Este vino tiene características de
elaboración detalladas en el Concilio Florentino y Tridentino además de una
normativa estricta que se recopiló en el libro de Eduardo Victoria titulado ¨
El Pan y el Vino Eucarísticos ¨ como resultado del Concilio Diocesano de
Barcelona en 1944.
No se permiten las mezclas de uvas, pueden
ser secos pero se prefieren dulces aunque no se agrega azúcar
sino que en su elaboración particular permite la concentración de azucares suficiente
naturales del mosto. No se puede añadir taninos ni colorantes. Lo que se
busca es tener un vino limpio y lo más parecido al de los tiempos de Jesús. Los vinos por tradición eran tintos en ese tiempo con ingredientes de miel, hierbas o frutos ahumados. Según el Enólogo
Fernando Relanzón los vinos son blancos ya que los tintos pueden manchar los
instrumentos de tela y esas manchas son difíciles de quitar. El Evangelio de Lucas dice: 22:19, Jesús de Nazaret compartió pan y
vino con sus discípulos y les ordenó: "haced esto en memoria mía".
Por ello, los católicos romanos sostienen que el pan y el vino se transforman
en el cuerpo y la sangre de Cristo mediante un proceso llamado
transubstanciación.
Las Botellas de vino para
consagrar tradicionalmente usan la etiqueta ¨Vinos de Misa¨ para ubicarlos fácilmente
de entre otros. En España existen dos bodegas que tradicionalmente elaboran
vinos de Misa, en este caso las Bodegas Corellanas fundada en 1900 provee de
una importante provisión al mercado interno y además se ha extendido a América.
El Vino para consagrar o Vino de
Misa es por lo tanto una manifestación del origen divino que recuerda el
misterio de la encarnación, es así parte de la fe y cultura tradicional cristiana. Por
eso el vino es cultura e historia a través de los tiempos.
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